Existe una preferencia marcada de los consumidores por las pólizas de seguro con franquicia baja o sin franquicia. Una serie de experimentos han demostrado que las personas tienden a subestimar el valor de una póliza con franquicia, y que el grado de subestimación aumenta con el tamaño de la franquicia. Al fijar el precio de una póliza con franquicia, primero se considera el precio de una póliza de cobertura total, luego, “anclan” la franquicia y la comparan con la resta del precio de la póliza de cobertura completa y el precio de la cobertura con franquicia. A modo de ejemplo, si comparamos dos coberturas, una con prima de $1.000y franquicia de $2.000, y otra con una prima de $1.100 y franquicia de $500, el asegurado suele hacer el cálculo de que está abonando $100 extras por un aumento en la cobertura de $1.500. Sin embargo, no ajustan la cobertura suficientemente para tener en cuenta el hecho de que hay sólo una pequeña posibilidad de que la franquicia se aplique a sus pagos[1].

Las aseguradoras aprovechan esta preferencia para vender más cobertura, pero ¿esto realmente mejora los resultados? Las virtudes de las franquicias son sabidas, hacen que el asegurado cuide más su patrimonio (Moral Hazard), reduce la prima, reduce los costos de los siniestros y el número de siniestros que debe atender la aseguradora donde en ocasiones, el costo de la liquidación es muy elevado en comparación con el daño en sí mismo.

 

En este informe podemos observar la diferencia en la frecuencia siniestral según el nivel de franquicia.

 

De tu experiencia, ¿Las franquicias altas permiten que el número de liquidadores de siniestros sea significativamente menor que cuando hay franquicias más elevadas? Déjanos tu comentario:


[1] Shapira, Z., & Venezia, I.(2008). On the preference for full-coverage policies: Why do people buy too much insurance?. Journal of Economic Psychology, 29(5), 747-761.